09 enero 2012

La III Guerra Mundial

La guerra de la información


Al estudiar los principales conflictos bélicos mundiales se pueden identificar drásticas transformaciones que los mismos han sufrido a lo largo de la historia. 

La primera Guerra Mundial, por ejemplo, se caracterizó por el conflicto cuerpo a cuerpo, dando lugar a un enfrentamiento de lucha y supervivencia en campo a mano armada. La segunda, en cambio, fue una guerra "a distancia" en donde la posibilidad de una guerra nuclear (entre las dos principales potencias mundiales) se decidía desde un escritorio al otro extremo del planeta. 
No  se busca ahondar en las características de estos enfrentamientos, sino establecer un preámbulo importante para el análisis posterior.


Las nuevas tecnologías y la Internet han permitido una evolución bastante acelerada respecto a la comunicación y la difusión de la información. La información creada en las últimas décadas es mayor a la de toda la historia en conjunto. Estamos frente a una realidad compleja: creamos y almacenamos cada vez más información y datos. Por lo tanto, es lógico concluir que aquellos que tengan el control de esta base de información han pasado a ser las personas más poderosas del mundo, y la comunicación de la información se ha vuelto uno de los negocios más relevantes y polémicos del siglo XXI. 

Hemos visto cómo la revelación de la información de
Wikileaks ha conmocionado a los principales países del mundo. Un soldado roba información confidencial de los sistemas de inteligencia de Estados Unidos y los entrega a Julian Assange y éste la distribuye gratuitamente en la red. La información está colgada, todos pueden acceder a ella, pero no es cualquier información. 

Los Estados y gobiernos se han alarmado por este hecho. Las relaciones diplomáticas se ven vulneradas por la revelación de información confidencial y que involucra - en algunos casos - opiniones políticas sobre los actores locales (basta con analizar los cables confidenciales de Perú que fueron entregados privilegiadamente a El Comercio). La crítica se dirige a Assange quien, por un afán de encontrar la verdad, termina en el ojo de la tormenta.

Todo esto me lleva a pensar ¿será necesario en un futuro la amenaza armamentista?, ¿veremos tropas desplegadas dirigirse hacia un territorio para iniciar una guerra más? Tal vez sí, porque es una manera "eficaz" de ejercer presión, pero ahora la información vale más de lo que imaginamos. 

La pregunta es: ¿Qué sucedería si la información clasificada de diversos países es publicada globalmente? (esa información clasificada va más allá de lo ya revelado por Wikileaks).

El panorama: 
  • El secreto de Estado y la confidencialidad se ven vulneradas por investigaciones particulares. 
  • La prensa escapa de la presión política y encuentra su fuente de información en la red. 
  • Los presidentes y principales jefes de estado están expectantes a la información revelada que podría involucrarlos.
  • Los principales conglomerados económicos verán susceptibles sus acciones, papeles y bonos económicos. 
  • La inversión se detendrá. Todo lo que en algún momento parecía real, bueno y loable, se desmoronará en pocos minutos. ¿Reinará la desconfianza? Tal vez. 
  • La revelación de información preocupará más que un ataque armado. 


Las grandes movilizaciones, revueltas públicas y sociales son consecuencia de la insatisfacción del ciudadano por la incoherencia de sus gobernantes. Occupy Wall Street, Anounymous y otros más, son colectivos que levantan el reclamo por una sociedad más justa y sincera. 

El gobierno, la política y las sociedades están bajo el lente del ciudadano, cada vez más comprometido con la verdad de la información.


Tal vez una futura guerra mundial - que espero no exista - sí conlleve a utilizar armas de guerra; sin embargo, la información y la comunicación tendrán un papel más notorio en ese posible escenario bélico internacional. 



2 comentarios:

Unknown dijo...

Este post me parece super interesante pero creo que necesitsa un poco más de precisión.

La información en las guerras siempre ha sido crucial, pero la información como tal se debe de algo, es decir, información sobre algo.

En la 1era Guerra Mundial era la información sobre los conocimientos tecnológicos que se volcaron en los nuevos armamentos generando lo que se conoce ahora como guerra moderna o, más preciso su término en inglés, 'modern warfare'.

En la 2da fue la información sobre los combustibles. Al mundo ya no le bastaba el carbón, se necesitaba algo más potente. Por eso Hitler estaba detrás de los pozos petrolíferos de Asia menor y los Americanos invadieron el norte de África primero.

En la Guerra Fría (que es a la que debiste referir cuando mencionas lo de la guerra entre dos escritorios) se orientó más hacia la información sobre el potencial humano. Estos son los descubrimientos científicos, la conquista espacial, intentos en hacer superhumanos, etc. Por eso no se hicieron muchas invasiones territoriales ni hubieron muchas batallas, y las pocas que hubieron todas fueron fracasos (Ahí tienes el ejemplo de Vietnam).

Ahora la la información es mucho más libre y fácil de acceder. Pero, si es que se piensa en una guerra, me pregunto sobre qué es esta información por la que se combatiría, cuáles serían las armas y quiénes serían los soldados y generales. Si nadie sabe esto entonces no habrá guerra (tal como la conocemos al menos) Y un ejemplo de esto ha sido lo de Wikileaks que fue mucho ruido pero pocas nueces.

Al fin y al cabo no han habido muchos cambios en los últimos 5 años.

Rodrigo Chávarri D. dijo...

Hola Francisco, gracias por tu comentario y por dar la información que ayuda a complementar el post.

Efectivamente los Wikileaks no han dado, al menos a nivel nacional, mayor información de relevancia. Sin embargo, la comunicación sobre información confidencial existe. Si ésta se revela y es entregada a manos equivocadas, sería un gran problema.

¿Si habrá guerra? No lo sé, espero que no. Pero creo que la información tendrá un papel importante.

Gracias!