30 junio 2011

El insomnio tecnológico


Quien diga que no se ha quedado alguna vez 'enviciado' con algún videojuego, el Ipod o la computadora probablemente le esté fallando un poco la memoria. Nuestra capacidad de asombro se ve sorprendida cuando algún nuevo juguete tecnológico, o alguna actualización de los mismos, llegan a nosotros y nos animan a conocerlo a profundidad, incluso llegada la madrugada.

A veces no sabemos por qué "solo quería jugar un momento" o "quería pasar el nivel y me iba a dormir" se vuelven las mentiras más comunes que nos hacemos a nosotros mismos. Al darnos cuenta de que han pasado varias horas en la misma situación lúdica, cedemos en la batalla y continuamos el juego pensando que ese día (o noche) no estábamos tan cansados, por eso decidimos no luchar contra el insomnio y entretenernos con algo.

¿Seres comunicantes?

Lo primero que todo comunicador aprende en las aulas - o debería aprender - es la Teoría de la Comunicación. De la cual sabemos que existe un emisor, un receptor, un mensaje, un canal y en algunos casos interferencia. Caso cerrado, no vamos ahondar en este tópico ya que no es lo que nos trae hoy a la reflexión. No hay mayor ciencia en esto, es una realidad que vivimos diariamente y no hay que ser un súper genio para que, en este mundo tan acelerado y tecnológico, podamos descubrir cómo nos comunicamos.



Aunque esa sería una buena pregunta: ¿cómo nos comunicamos? Frente a un acelerado mundo en el que las nuevas tecnologías aparecen diariamente junto con el pan caliente, puede que caigamos en una especie de círculo vicioso estando constantemente atentos a 'lo nuevo' que traen las grandes corporaciones. Y es que en sí, no tiene nada de malo, es normal, común y muy bueno que las investigaciones desarrollen nuevas maneras de comunicar y de romper las barreras que antes, sin ser construidas, existían.