24 julio 2012

Más allá del emisor y el receptor

Complementando el proceso comunicativo

En el artículo La información no es comunicación presenté un esquema comúnmente enseñado en las universidades y que, en cierto sentido, ayuda a intuir fácilmente cómo la comunicación se realiza.

En nuestra experiencia nos damos cuenta que el ruido o la codificación no bastan para explicar los principales problemas de la comunicación. Entendiendo cómo surgen y se desarrollan, muchas situaciones adversas podrían verse solucionadas. 

En "Ni me explico, ni me entiendes" Xavier Guix explica los principales problemas de comunicación que afrontamos diariamente. Creo que será el primer paso para una nueva investigación, pero por ahora analizaremos qué hay más allá del emisor y el receptor y algunos problemas de comunicación. 



Según Guix, no hay un manual que enseñe a comunicarnos eficazmente, incluso se podría decir que las "fallas" de comunicación son naturalmente inherentes a los procesos comunicativos ya que cualquier persona agrupa en sí misma experiencias, sentimientos, ideas y prejuicios que forman su manera de aproximarse a la realidad. En un proceso comunicativo, dos personas se encuentran y tienen que hacer común aquello que "cargan" desde toda su vida. 

Por un lado, el canal (verbal, escrito, virtual, etc.) era visto como un instrumento transmisor de información, pero nos damos cuenta que cada vez más las personas se adecuan al medio utilizado y dependen de él. El medio determinará cómo me expresaré y de qué manera comunicaré lo que tengo que decir. Por ejemplo, para una persona tímida, decir las cosas frente a frente no será lo mismo que enviar un correo o un mensaje en Facebook.

"Tanto el emisor como el receptor tienen que adaptarse al mismo canal y entender el mismo código si quieren participar de la comunicación".1 

Por otro lado, hay que entender el código de la otra persona. No basta con manifestar los códigos personales de cada uno sino que hay que ceder a algunos que podrían evitar la comunicación. Por ejemplo, a un grupo de niños les enseñan a saludar a sus mayores diciendo "Señor", "Tío" o "Tía" o tratándolos de "Usted"; a otros les enseñaron a tratar a los adultos por su nombre. El código - tratar de usted o de tu - es distinto en ambos casos, lo importante es entender el por qué se trata de una manera u otra y no juzgar la actitud contrario únicamente porque es distinta a la personal. Para comunicarse es necesario ponerse en los zapatos del otro, y como diría también Guix, pero para eso "primero hay que quitarnos los nuestros". 

Pretender que los códigos sean solo los de una persona es crear un monólogo sin que exista verdadera comunicación. Entendiendo los códigos de comunicación podremos prever los posibles problemas. Aprendamos a identificar cuáles son las barreras personales que evitan que la comunicación se lleve a buen fin. Seguiré escribiendo sobre el tema, que es muy interesante. 

1. Ni me explico, ni me entiendes. Pág. 26

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